La teoría tradicional de Gestión de Proyectos nos dice que, a la hora de subcontratar partes del proyecto, el contrato de precio fijo supone el menor riesgo para nuestra organización. Después tendríamos al contrato de tiempo y materiales y por último, el mayor riesgo lo tenemos en el contrato de costes reembolsables.
Sin embargo, según nuestra experiencia el riesgo está íntimamente relacionado con otros factores como la planificación realizada, el precio de compra o el contratista con el que trabajamos. Como ejemplo, un contrato de precio fijo con un subcontratista con problemas económicos puede acabar resultando mucho más caro de lo esperado inicialmente, ya sea porque el subcontratista intente aumentar el precio mediante reclamaciones de cambios o porque se niegue a continuar realizando el trabajo en un momento dado.
En la tabla siguiente mostramos las principales ventajas y desventajas para el comprador al utilizar los diferentes tipos de contratos de Gestión de Proyectos. Dicha tabla te ayudará a entender las diferencias entre los mismos.
Tipo de contrato | Ventajas | Desventajas |
Precio fijo | Menor riesgoTipo de contrato muy habitualFacilita la planificación de los costes del proyectoBaja necesidad de supervisión | Requiere de una buena planificación inicialRiesgo de reclamaciones y órdenes de cambioRequiere de experiencia para evitar comprar demasiado caro o barato |
Costes reembolsables | Fácil comparación de ofertasBajo riesgo de disputasRepartición equitativa del riesgo | Requiere de esfuerzo administrativo para comprobar la planificación y ejecución y las cantidades asociadasMayor riesgo para el cliente |
Tiempos y materiales | Rapidez de elaboraciónMayor flexibilidad: no es necesario definir a priori el trabajo a realizar | Coste total indefinidoMayor necesidad de supervisión para evitar sobrecostesFalta de incentivo para la efectividad |
Cómo decidir el tipo de contrato a utilizar
Para decidir el tipo de contrato que vamos a utilizar deberemos tener en cuenta factores como:
- Grado de definición del alcance. Como hemos visto anteriormente, solamente una buena planificación permite el uso de un contrato de precio fijo.
- Posibilidades de incumplimiento de las precondiciones del contrato. Si tenemos dudas sobre el cumplimiento de las condiciones necesarias para permitir el trabajo de nuestro subcontratista, entonces es mejor utilizar un contrato por costes reembolsables para evitar tediosas discusiones contractuales.
- Recursos destinados a la supervisión del subcontratista. Si pretendemos utilizar un contrato por costes reembolsables o por tiempo y materiales, deberemos dedicar un esfuerzo adicional a la supervisión del subcontratista y a la comprobación de facturas para evitar costes adicionales.
- Urgencia del comienzo de los trabajos. Si debemos comenzar lo antes posible, entonces un contrato por tiempos y materiales será lo más aconsejable ya que el proceso de contratación de los otros dos tipos es considerablemente mayor.
- Experiencia en el tipo de proyecto. El contrato de precio fijo normalmente requiere una experiencia en el sector y tipo de proyecto para estimar adecuadamente los posibles problemas y el precio asociado a los mismos. Además, es más difícil evaluar las diferentes ofertas y evitar comprar demasiado caro o barato.
- Relación de nuestra empresa con el subcontratista. En el caso de haber trabajado anteriormente con el subcontratista, la experiencia anterior nos ayudará a decidir cuál es el tipo de contrato más conveniente.
- Estado económico del proyecto y del subcontratista. La presión económica en nuestro proyecto y en las empresas que forman parte del contrato supone un factor importante en la decisión del tipo del mismo.