La dirección de proyectos es una ciencia que hace realidad el proceso sistemático de dirigir de forma eficaz y efectiva, un proyecto, con el objetivo de lograr los resultados predeterminados o previstos. Esta ciencia comprende:
a. Adaptar los esfuerzos requeridos para satisfacer las necesidades del proyecto;
b. Utilizar herramientas para efectuar el trabajo requerido; y
c. Utilizar los procesos adecuados para realizar el trabajo.
La dirección de proyectos, también es un arte, ya que está relacionada con el modo en que el director del proyecto emplea sus habilidades requeridas, tales como:
a. Organizar estrategias;
b. Alinear las estrategias organizadas;
c. Influir en las personas, procesos y actividades del proyecto;
d. Un conjunto adicional de habilidades interpersonales y de equipo.
La dirección eficiente de los proyectos, garantiza que la organización emplee su mayor esfuerzo en las actividades más importantes, y que éstas se hagan bien y de la forma más efectiva en relación con el tiempo y los costos. Los riesgos se identifican y planifican de forma proactiva, antes de que ocurran. La comunicación se gestiona con eficiencia. Las métricas de calidad específicas son alcanzadas. Todo esto, resulta en la satisfacción de los interesados y en el logro de los objetivos del negocio y de la organización.
El proceso sistemático inicialmente descrito, contempla los enfoques predictivos (cascada), ágiles e híbridos, a saber:
a. Predictivo: Conocido también como “Cascada”, “Tradicional”, e “Impulsado por el plan”. Está basado con un proceso de planificación donde los requisitos y el alcance, se definen de forma detallada al inicio del proyecto. Se crean a detalle todos los planes que forman parte del proceso de planificación, considerando las restricciones y supuestos del proyecto, como cronograma, riesgos y costo. Al ejecutar el proyecto, éste deberá ceñirse al plan aprobado, el equipo respetará el plan y tratará de evitar cambios innecesarios al proyecto.
b. Ágil. Este enfoque se conoce también como “Adaptativo”, o “Impulsado por el plan”. Se emplea en proyectos en los que todavía no se conoce el alcance del proyecto, está en fase de definición. No se pueden definir de antemano, la planificación, ejecución y dirección del proyecto se realiza en pequeños incrementos. De esta manera, los cambios se implementan con facilidad a medida que se conoce mayor información sobre el producto y el proyecto.
c. Híbrido: Este enfoque emplea aspectos de los enfoques “Predictivo” y “Ágil”. Varía según en entorno de la organización, y según las necesidades del proyecto.
Según el tamaño y complejidad del proyecto, así será el enfoque y cantidad de tiempo empleado en la planificación.
Siempre en un proyecto grande, se deben usar todos los procesos y las herramientas de la dirección de proyectos. De igual manera, el director del proyecto deberá considerar el mejor enfoque a aplicar en el proyecto.
CONCLUSIÓN
Debido a que la dirección de proyectos, además de ser una ciencia y un arte, requiere pasión por hacer las cosas bien. Esto se requiere con una adecuada y estricta costumbre del empleo de técnicas, herramientas, procesos y habilidades personales e interpersonales.
Los enfoques de dirección de proyectos, se emplearán según el tamaño, la complejidad, alta tasa de riesgo del proyecto y demás restricciones y supuestos.
El resultado del proyecto, con buenas habilidades del director del proyecto, llevará al logro de los resultados previstos, en línea con los objetivos de la organización y los beneficios esperados, y principalmente la satisfacción del cliente.
Esperamos que éste artículo le resulte de fácil comprensión. En el siguiente artículo de esta serie, abordaremos lo que se espera de un director de proyectos.
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